Bolivia socializa en Ginebra un plan de despenalización de la hoja de coca

El vicepresidente David Choquehuanca socializó este jueves en Ginebra el plan de revisión crítica de la clasificación actual de la hoja de coca en la Convención de Naciones Unidas de 1961 a los embajadores del Grupo América Latina y el Caribe (GRULAC) en procura de conseguir el respaldo para su despenalización.

Choquehuanca expresó su profunda preocupación por las seis décadas de estigmatización y violencia contra la hoja de coca, catalogada, erróneamente, como un estupefaciente altamente tóxico por la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes.

«La hoja de coca es para nosotros salud, medicina, nutrición y vida. Desde 1961 la intervención injusta y violenta sobre su cultivo y uso ha sido impulsada por la retórica colonial y la normativa negligente de la Convención Única de Estupefacientes», afirmó, cita un reporte de la Vicepresidencia del Estado.

Es hora de asumir una conciencia crítica y cambiar la arquitectura política, jurídica y mediática de la Convención, «que no sintoniza con las realidades y circunstancias de nuestro universo pluricultural», consideró.

En marzo, el Gobierno boliviano anunció su decisión de activar un proceso para revisar la clasificación de la hoja de coca como estupefaciente en la lista I de la Convención de 1961, a través de un examen crítico por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Bolivia es productor de hoja de coca, junto a otros dos países de la región. La Ley de la Coca establece el límite legal de 22.000 hectáreas para usos lícitos, mientras el excedente es sometido a erradicación y racionalización.

La estrategia boliviana tiene tres escenarios: informativo, jurídico y político.

«En el escenario informativo estamos revelando la verdad sobre la hoja de coca, destacando sus cualidades alimenticias y medicinales respaldadas por estudios de universidades de Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Asia», explicó Choquehuanca

En el segundo escenario, la iniciativa jurídica de Bolivia, para activar un proceso de revisión crítica a la luz de la ciencia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra en pleno proceso.

En el escenario político se hace gestiones para lograr respaldo de los gobiernos en el objetivo de construir el camino hacia el cambio de la actual clasificación de la hoja de coca en la lista 1 de estupefacientes.

“Estamos conscientes de que nadie nos va a regalar la liberación de la hoja de coca. Por eso hemos iniciado este proceso en las Naciones Unidas, nuestro presidente Luis Arce envió una carta al Secretario General de la ONU en junio de este año para activar este proceso de examen crítico y reparar la injusticia cometida en 1961″, recordó.

Choquehuanca destacó la importancia de que los Estados expresen su interés en esta revisión crítica y recordó que este plan ya fue explicado en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y que recibió el apoyo de todos los países. “Ellos ven de manera positiva que se pueda llevar adelante este examen crítico a la luz de la ciencia», dijo.

De acuerdo con Choquehuanca, para este proceso de revisión circulará un cuestionario a todos los países y el informe final será remitido al Director de la OMS, quien lo pondrá en consideración de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND) donde se requiere el voto afirmativo de una mayoría simple.

“En esta comisión, contamos con 53 países miembros, y necesitaremos el apoyo de al menos 27″, recalcó Choquehuanca.

Bolivia, junto a 53 Estados miembros de las Naciones Unidas, es miembro de la Comisión de Estupefacientes por un periodo de 4 años desde el 2022 hasta el año 2025.

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