Opinión | Descomposición y Enajenación del club San José
Por David Joaniquina*
Las cábalas insólitas de supuestos pseudodirigentes, algunos periodistas y otros hinchas que hipotecaron los símbolos, colores e historia de nuestro querido club San José. La relación entre el club y la identidad del hincha es una arbitrariedad del destino. El hincha necesita generar sentimientos de adhesión y San José fue siempre proveedor de este sentimiento.
Los colores, emblemas e historia tienen un significado muy profundo para todos los que forman la familia Santa, representa la esencia y la trayectoria de un club que ha sabido sobreponerse dignamente a las adversidades y competir con los mejores a pesar de las dificultades. El universo simbólico relacionado con el club y particularmente con el escudo y colores constituyen un rico campo de análisis en relación a la construcción de identidad y el sentido de la pertenencia que producen cruces identitarios entre: El jugador y el club, entre el hincha y el club y entre el club y Oruro.
Osea un símbolo de identidad, gloria, tradición y grandeza de nuestro querido Oruro. Luego de analizar las aberraciones y comportamientos adoptados por estos pseudodirigentes que hipotecaron la historia del club San José podemos ver que hay 2 clases de hinchas en cualquier institución, unos con pasión y otros con fanatismo. Estudios antropológicos indican las diferencias entre pasión y fanatismo.
Pasión: El hincha apasionado despierta y genera emociones positivas y conductas adaptativas de desarrollo, es un sentimiento positivo movilizador a través del cual se puede construir y afirmar que para todos los actos de nuestra vida es bueno cultivar este sentimiento. Los grandes proyectos estan movilizados por la pasión que sin ello no hay grandes proyectos. La pasión es un carácter extremadamente importante en la comprensión del fanático, donde la intensidad es parte integral del carácter pasional del fanatismo.
Fanatismo: El fanatismo es un sentimiento ciego que menosprecia las opiniones de los demás y lo único válido es su idea, no pudiendo ver que en la vida, existe diversidad, es desmedido, irracional y tenaz en defensa de una idea, teoria y cultura. Eso implica fuertes emociones que pueden traer una determinada forma de intolerancia o subjetividad o incluso una determinada violencia. El fanático se alimenta de otros fanáticos, el entorno “amigos y familia” es un elemento y deseo de interacción social inevitable, este experimenta la necesidad de intercambiar con otros fanáticos que demuestran su interés por la misma causa. El asigna conscientemente recursos, tiempo y energía para un interés particular o una actividad por la cual se goza de placer y cuanto más fuerte se hace la intensidad y el grado de compromiso, adopta comportamientos cada vez más visibles de obstinación.
La definición de estos conceptos llegan hacer cortos, teniendo en cuenta la multi-dimensionalidad tanto de pasión y fanatismo, pero como conclusión podemos afirmar que la pasión moviliza y construye en cambio el fanatismo destruye. A esta corriente cultural del fanatismo pertenecen algunos dirigentes, periodistas e hinchas que avalaron que un club usurpe la historia, colores y emblemas de nuestro querido San JoséJose Sanchez, Ernesto Aranibar, Omar Otazo y otros autores intelectuales de esta transgresión que daño a miles de hinchas en todo el país, qué jamás hubieran permitido hipotecar nuestra historia, colores y patrimonio a otra institución completamente ajena a nuestras emociones, menos identidad como es el club Gualberto Villarroel, club que debería buscar su propia historia y no usufructuar otros colores y emblemas. Hoy todavía tenemos la ilusión que en un futuro próximo San José recuperá su historia, pero tampoco caigamos en propuestas inescrupulosas de un indeseable, despreciable, truhán Wilson Martinez Piérola que acabó socavando a nuestro querido club San José con la más desdeñada corrupción.
El escudo de San José representa un símbolo de identidad, gloria, tradición, grandeza y honestidad.
*Exjugador y entrenador de San José.
